El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró este jueves el acuerdo inicial entre Israel y Hamás, calificándolo como “el principio de una paz duradera” y asegurando que su administración ya ha “resuelto ocho guerras” desde su regreso al poder.
El plan de paz para Gaza, impulsado por la Casa Blanca, contempla la liberación de rehenes israelíes, la excarcelación de prisioneros palestinos, un cese parcial de hostilidades, el repliegue de tropas israelíes y la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Según Trump, esta es solo la “primera fase” de un proyecto más amplio destinado a estabilizar la región.
“Este es un día histórico. Todos los rehenes serán liberados muy pronto, y estamos más cerca que nunca de una paz real en Medio Oriente”, afirmó Trump durante una conferencia en la Casa Blanca.
El acuerdo ha sido recibido con cautela por parte de la comunidad internacional. Desde Bruselas, la Unión Europea celebró el avance diplomático y lo describió como una “oportunidad para la paz”, aunque analistas señalan que la implementación será compleja y dependerá de la cooperación entre ambas partes.
Tras anunciar el éxito de su plan en Gaza, Trump aseguró que su próximo objetivo será buscar una salida diplomática al conflicto entre Rusia y Ucrania, conflicto que ha devastado gran parte del este europeo desde 2022.
“Después de detener ocho guerras, ahora nos concentraremos en traer la paz a Ucrania. Podemos hacerlo”, afirmó el mandatario, sin ofrecer aún detalles concretos sobre su estrategia.
Si bien el acuerdo entre Israel y Hamás representa un paso significativo hacia la desescalada, expertos advierten que no garantiza una paz duradera. Los anteriores intentos de tregua en Gaza han fracasado por incumplimientos mutuos y recrudecimientos del conflicto.
En cuanto a Ucrania, los observadores internacionales consideran que el reto diplomático será aún mayor debido a la complejidad geopolítica y la falta de confianza entre las partes involucradas.
Aun así, Trump busca proyectar su liderazgo global con una narrativa centrada en la paz y el fin de los conflictos. “Resolvimos ocho guerras, y vamos por más”, concluyó el presidente, reafirmando su intención de posicionar a Estados Unidos como el mediador clave en los principales focos de tensión mundial.
