La compañía de inteligencia artificial OpenAI ha firmado un acuerdo sin precedentes por 38 mil millones de dólares con Amazon Web Services (AWS) para fortalecer su infraestructura tecnológica y acelerar el desarrollo de sus modelos de IA de nueva generación.
El contrato, con una duración de siete años, permitirá a OpenAI acceder a una red masiva de servidores y GPUs avanzadas instaladas en centros de datos de Amazon alrededor del mundo. Según reportes de AP News, The Verge y The New York Post, este movimiento representa uno de los mayores acuerdos de servicios en la historia de la computación en la nube.
El acuerdo marca una nueva etapa en la estrategia tecnológica de OpenAI, que hasta ahora mantenía una relación exclusiva con Microsoft como su principal proveedor de infraestructura.
Con esta alianza, OpenAI busca diversificar sus operaciones y reducir su dependencia de un solo socio, además de incrementar la capacidad de entrenamiento y despliegue de modelos como GPT-5 y versiones futuras.
“El crecimiento exponencial de la demanda en inteligencia artificial requiere una infraestructura sin precedentes. Amazon nos ofrece esa escala”, habría señalado un portavoz de OpenAI citado por The Verge.
- Acceso a cientos de miles de GPUs de última generación, incluyendo los modelos Nvidia GB200 y GB300, destinadas al entrenamiento de modelos de lenguaje e IA generativa.
- Expansión progresiva de capacidad en centros de datos de AWS en Norteamérica y Europa, con despliegue total previsto para finales de 2026.
- Soporte para proyectos de optimización energética y reducción de emisiones, dado el alto consumo eléctrico asociado con los sistemas de IA.
La alianza se perfila como uno de los mayores impulsos tecnológicos para la compañía dirigida por Sam Altman, que sigue buscando maneras de mantener el liderazgo frente a Google DeepMind y Anthropic.
Para Amazon, este acuerdo representa una victoria estratégica frente a sus competidores en el sector de la nube. La compañía busca reafirmar su liderazgo con AWS en un momento en que Microsoft Azure y Google Cloud intensifican su apuesta por el mercado de la inteligencia artificial.
Las acciones de Amazon subieron más del 4 % tras el anuncio, según datos de The New York Post, impulsadas por las expectativas de crecimiento en la división de infraestructura de cómputo.
“La demanda de poder de procesamiento en IA está reconfigurando toda la industria. Este acuerdo consolida a AWS como el centro neurálgico de esa revolución”, destacó el analista tecnológico Mark Gurman.
Expertos advierten que la magnitud del contrato podría elevar los costos operativos de OpenAI y ejercer presión sobre su rentabilidad, especialmente considerando el consumo energético y los gastos asociados al mantenimiento de centros de datos a gran escala.
Aun así, los analistas coinciden en que la inversión de 38 mil millones de dólares podría marcar un antes y un después en la historia de la IA moderna, estableciendo un nuevo estándar para las alianzas entre empresas tecnológicas y proveedores de infraestructura.
El acuerdo entre OpenAI y Amazon simboliza la evolución de la industria de la IA: ya no solo se trata de algoritmos o modelos, sino de quién puede acceder a la potencia de cómputo necesaria para sostenerlos.
Mientras OpenAI prepara el despliegue de sus próximos avances, la pregunta que domina el panorama tecnológico es clara:
¿Quién dominará la infraestructura que sostiene el futuro de la inteligencia artificial?




