Ante el resurgimiento del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax), el Gobierno de México ha intensificado su ofensiva biológica liberando millones de moscas estériles en los cielos de Chiapas. Esta medida forma parte de una estrategia urgente para proteger la producción agrícola, la ganadería y la salud pública en la región.
La técnica utilizada, conocida como Técnica del Insecto Estéril (TIE), consiste en liberar machos de la especie esterilizados mediante radiación. Estas moscas compiten con los machos fértiles por el apareamiento, lo que impide la reproducción de la plaga. El procedimiento es respetuoso con el medio ambiente y ha sido exitoso en el pasado para erradicar al insecto del país, aunque hoy enfrenta un rebrote crítico.
Centros de dispersión y refuerzo aéreo
Las acciones actuales se están coordinando desde los centros de dispersión de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez. Desde allí, las moscas estériles se lanzan al aire mediante vuelos programados y equipos especializados. La operación tiene como objetivo reducir de forma progresiva la población del gusano barrenador, que ya ha causado más de 230 casos confirmados en humanos y múltiples afectaciones al ganado.
En paralelo, se ha confirmado la reapertura de la planta de producción de moscas estériles en Metapa de Domínguez, gracias a una inversión de 21 millones de dólares. Esta instalación tendrá capacidad para generar hasta 100 millones de insectos estériles por semana, lo que permitirá reforzar la ofensiva en Chiapas y otras zonas en riesgo.
Cooperación internacional
Este esfuerzo se da en coordinación con autoridades sanitarias de Estados Unidos, quienes han sido aliados históricos en la erradicación de esta plaga desde los años 70. La reactivación de la planta en México representa un compromiso binacional por la sanidad agropecuaria y el comercio seguro.
Además del despliegue aéreo, se han activado campañas de información para que ganaderos y productores notifiquen posibles casos. El 80% de los reportes humanos han llegado gracias a la denuncia ciudadana, lo que demuestra el papel clave de la colaboración comunitaria.
Una amenaza viva
El gusano barrenador representa una amenaza real: sus larvas pueden infestar heridas abiertas en animales e incluso humanos, causando miasis y daños severos. Su control es prioritario no solo para la economía agropecuaria, sino también para la salud pública.
Con estas acciones, México apuesta por una defensa científica, eficiente y sin químicos, con la esperanza de repetir el éxito de décadas pasadas y proteger a millones de personas y animales.