Un estudio publicado en la revista Nature Cities ha revelado que las 28 principales ciudades de Estados Unidos están experimentando un hundimiento progresivo de entre 2 y 10 milímetros al año, debido en gran parte a la extracción intensiva de aguas subterráneas.
Este fenómeno, conocido como subsidencia del terreno, afecta aproximadamente al 20 % del área urbana de estas ciudades, poniendo en riesgo infraestructuras críticas y a más de 34 millones de personas.
Ciudades más afectadas
Las urbes con el mayor porcentaje de territorio hundiéndose son Chicago, Dallas, Columbus, Detroit, Fort Worth, Denver, Nueva York, Indianápolis, Houston y Charlotte, donde hasta el 98 % de su superficie muestra signos de subsidencia.
En cinco de ellas —Nueva York, Chicago, Houston, Dallas y Fort Worth— al menos el 10 % del área urbana se hunde a más de 3 milímetros al año, lo que incrementa significativamente los riesgos para viviendas, carreteras y sistemas de drenaje.
El caso más alarmante es el de Houston, donde el 12 % de la ciudad presenta un hundimiento superior a los 10 milímetros anuales, la tasa más alta registrada en todo el país.
Riesgos estructurales y humanos
El estudio advierte que más de 29 mil edificios se encuentran en zonas clasificadas con riesgo alto o muy alto de daños estructurales debido al desplazamiento del terreno.
Aunque el fenómeno ha sido ampliamente documentado en ciudades costeras como Nueva Orleans, Venecia o Yakarta, los científicos subrayan que el hundimiento también afecta a ciudades continentales como la Ciudad de México, Pekín o Teherán, con consecuencias igualmente graves a largo plazo.
“Incluso tasas de subsidencia consideradas pequeñas pueden producir impactos acumulativos severos en infraestructuras con el tiempo”, señalaron los autores.
Tecnología satelital y monitoreo preciso
Para llegar a estos resultados, el equipo de investigación —compuesto por científicos de Estados Unidos, Canadá y los Países Bajos— utilizó mediciones geodésicas por satélite tomadas entre 2015 y 2021, con las que generaron mapas de hundimiento urbano de alta resolución.
Este enfoque permite identificar con precisión las áreas más vulnerables dentro de cada ciudad, lo que puede facilitar la planificación urbana y la toma de decisiones políticas y ambientales.