El Gobierno del Estado de México destituyó al director del Instituto del Deporte, Manuel Sotomayor, luego de que se revelaran presuntas irregularidades en la entrega de apoyos económicos a niños y jóvenes deportistas, quienes recibían cheques que posteriormente eran obligados a endosar y devolver a funcionarios o asociaciones.
De acuerdo con un reportaje publicado por Proceso, durante la Olimpiada Nacional 2025 y otros eventos deportivos, se entregaron cheques a deportistas por concepto de viáticos, transporte y uniformes. Sin embargo, los beneficiarios denunciaron que al recibirlos, se les pedía firmarlos por detrás y devolverlos de inmediato, sin llegar a disponer del dinero.
En algunos casos, los recursos fueron transferidos mediante endosos a asociaciones deportivas estatales, como la Asociación de Taekwondo del Estado de México (AETKDEM), sin que existiera un fundamento legal que avalara ese procedimiento.
Ante las denuncias, el secretario de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Edomex, Miguel Ángel Hernández Espejel, ordenó la destitución inmediata de Sotomayor.
No obstante, el ahora exfuncionario se negó a entregar el cargo formalmente, por lo que la dependencia levantó un acta administrativa circunstanciada para dejar constancia de su negativa.
Las Reglas de Operación del programa de apoyo a deportistas no contemplan el endoso ni la devolución de los cheques a terceros, lo que ha levantado cuestionamientos sobre un posible uso indebido de recursos públicos.
En un comunicado, la Secretaría de Educación mexiquense señaló que los recursos entregados a los beneficiarios son responsabilidad de quien los recibe, intentando deslindarse del manejo posterior del dinero.
Sin embargo, las denuncias y evidencias documentadas apuntan a que los apoyos se habrían convertido en una simulación administrativa para justificar gastos sin beneficiar realmente a los atletas.
El caso ha generado indignación en el sector deportivo del Estado de México, especialmente entre padres de familia y entrenadores, quienes exigieron una investigación a fondo y sanciones ejemplares para los responsables.
Organismos civiles y deportistas coincidieron en que este tipo de prácticas desalientan el talento joven y vulneran la confianza en los programas de apoyo al deporte.




