La deportación de una familia mexicana desde Texas ha dejado a una niña de 10 años, ciudadana estadounidense y sobreviviente de cáncer cerebral, sin acceso a los tratamientos médicos que necesita para su recuperación.
Según NBC News, la menor y sus cuatro hermanos, todos nacidos en EE.UU., fueron expulsados el 4 de febrero después de que sus padres, sin documentación migratoria, fueran detenidos en un puesto de control fronterizo. Pese a presentar documentos médicos y legales que explicaban la urgencia de sus traslados, las autoridades rechazaron su solicitud y procedieron con la detención.
Un tratamiento interrumpido
La niña, diagnosticada con cáncer cerebral el año pasado, había recibido cirugía y terapias de rehabilitación en Houston. Sin embargo, su salud sigue siendo delicada, con problemas de movilidad y habla. Su hermano de 15 años también enfrenta complicaciones médicas debido a un trastorno cardíaco.
Desde su deportación, la familia ha vivido en condiciones precarias en México, sin acceso a la educación ni atención médica. La madre, María, relató entre lágrimas la angustia de no poder garantizar el bienestar de sus hijos.
Debate sobre deportaciones familiares
El caso ha generado críticas hacia la política de deportaciones, especialmente en familias con estatus migratorio mixto. Rochelle Garza, del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, calificó la situación como “una tragedia absoluta” y pidió al gobierno conceder libertad condicional a la familia.
Mientras tanto, la familia sigue buscando la manera de regresar a EE.UU. para que sus hijos reciban el tratamiento médico que necesitan.
