La plataforma de alquileres a corto plazo, Airbnb, ha calificado de «injustificadas y anticompetitivas» las nuevas restricciones impuestas por el gobierno de la Ciudad de México en relación con los alquileres temporales. Estas medidas, que buscan regular el mercado de alojamientos, han generado controversia tanto entre los usuarios como entre las empresas que dependen de esta actividad.
Las nuevas normas, presentadas como parte de una política para controlar el creciente número de propiedades destinadas a alquileres temporales, incluyen limitaciones en la cantidad de días que una propiedad puede ser rentada a corto plazo y la exigencia de una mayor regulación fiscal para los propietarios. El objetivo, según el gobierno local, es frenar la gentrificación y garantizar que los ciudadanos tengan acceso a una vivienda asequible en áreas donde los precios se han disparado por la alta demanda turística.
En respuesta, Airbnb emitió un comunicado donde sostiene que las restricciones son «innecesarias» y perjudican tanto a los propietarios como a los turistas. «Estas nuevas regulaciones no solo son injustificadas, sino también anticompetitivas, al limitar la capacidad de las personas para generar ingresos adicionales y ofrecer opciones accesibles para los visitantes», declaró la empresa.
Por otro lado, algunos sectores de la sociedad civil y grupos de inquilinos han apoyado las medidas, argumentando que el auge de los alquileres a corto plazo ha exacerbado la crisis de vivienda en la ciudad, expulsando a residentes locales y aumentando el costo de vida en colonias populares como Roma, Condesa y Polanco.
Las nuevas normativas representan un desafío para plataformas como Airbnb, que en los últimos años han visto un crecimiento exponencial en la Ciudad de México, una de las principales ciudades turísticas del mundo. La empresa ha señalado que seguirá buscando diálogo con las autoridades locales para encontrar soluciones que beneficien tanto a los residentes como a los propietarios de alojamientos
