Rusia.- En un nuevo giro de los acontecimientos, Ucrania lanzó ataques con misiles contra regiones rusas, incluyendo Belgorod, Kursk y Crimea, en una estrategia que busca demostrar su capacidad de contraataque y generar inquietud en la opinión pública rusa.
Los informes señalan que los funcionarios regionales rusos reportaron daños limitados, asegurando que todos los misiles ucranianos fueron derribados. En Belgorod, la ciudad más afectada, el gobernador Viatcheslav Gladkov informó sobre dos ataques durante la mañana, instando a los habitantes a permanecer en refugios antiaéreos.
Este episodio sigue a los bombardeos masivos que Rusia lanzó sobre Kiev, y representa la respuesta de Ucrania en un intento por mostrar su capacidad de respuesta efectiva. El estadio y la región de Belgorod fueron nuevamente blanco de los ataques ucranianos, demostrando la escalada en la tensión entre ambos países.
El Ministerio de Defensa ruso informó que la defensa antiaérea logró derribar seis proyectiles en Belgorod durante la noche, minimizando los daños materiales. Por su parte, Ucrania lanzó misiles Tochka-U y cohetes Vilkha en la región, utilizando armas con un alcance de hasta 120 kilómetros.
En la región de Kursk, también fronteriza con Ucrania, un ataque aéreo afectó la ciudad de Zeleznogorsk, dejando a los residentes sin electricidad ni calefacción temporalmente. Aunque la electricidad se restableció en la mayor parte de la ciudad, el incidente subraya el impacto directo en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Por último, frente a la costa de Sebastopol en Crimea, un misil fue derribado, según afirmó el gobernador de la ciudad. Estos ataques refuerzan la creciente frecuencia de incidentes en la región fronteriza, con aldeas y ciudades siendo blanco constante de la artillería ucraniana.
La estrategia de Ucrania de atacar Belgorod y otras regiones busca perturbar la vida en estas áreas, destacando su capacidad de contraataque. Los bombardeos en Belgorod el sábado pasado causaron 25 muertes, incluidos cinco niños, en uno de los ataques más mortíferos en suelo ruso desde la invasión de Moscú.
La táctica parece estar generando inquietud en la opinión pública rusa, líderes políticos y observadores militares. Blogueros militares rusos expresan su pesar por la retirada de Moscú de la zona fronteriza en 2022, argumentando la necesidad de tomar más territorio para asegurar la región fronteriza.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha calificado a los ucranianos de «terroristas» y acusa a Ucrania de atacar indiscriminadamente zonas residenciales. A pesar de ello, la evidencia sugiere que Rusia también ataca objetivos civiles ucranianos. Putin prometió intensificar las represalias ante los ataques en Belgorod.
En este escenario de creciente confrontación, la comunidad internacional observa con preocupación el aumento de la violencia en la región, mientras Ucrania busca afirmar su capacidad de defensa y Rusia responde con amenazas de represalias más fuertes. La situación continúa evolucionando, y el impacto en la estabilidad regional sigue siendo una preocupación constante.
Fuente: Tribuna
