En un evento que ya es considerado histórico, la Plaza de la Constitución, mejor conocida como el Zócalo capitalino, fue el escenario donde se desplegó la bandera LGBTIQ+ más grande del mundo, formada por más de 5,000 personas en una emotiva manifestación de diversidad, inclusión y respeto.
La actividad fue impulsada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, con el respaldo de colectivos y ciudadanía que, a pesar de la lluvia, se congregaron desde temprana hora para formar un mosaico viviente de colores. Con playeras y sombrillas arcoíris, los participantes representaron la bandera del orgullo, ocupando la explanada del Zócalo en su totalidad.
Durante el acto, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, celebró el compromiso de la capital con los derechos de la comunidad diversa:
«Hoy reafirmamos que la Ciudad de México es un espacio de inclusión, donde el amor es amor, sin importar a quién ames ni cómo te identifiques.»
El evento fue resultado de una convocatoria lanzada a principios de junio, donde más de 5,280 personas se registraron para participar. Se les proporcionó el material necesario y se les asignó una posición dentro del diseño colectivo. La jornada incluyó ensayos y la creación de una coreografía que acompañó el despliegue de la bandera humana.
El despliegue no solo marcó un momento significativo en el Mes del Orgullo, sino que también posicionó a la Ciudad de México como la primera urbe del mundo en lograr este tipo de manifestación artística y social con esa magnitud. La bandera viviente se ha convertido en símbolo de visibilidad y unión, no solo para México, sino para toda América Latina.
