Israel anunció este martes el levantamiento total de las restricciones de seguridad impuestas desde el 13 de junio, tras su ofensiva militar contra Irán. La medida restablece la actividad normal en todo el país, incluyendo la reapertura de escuelas, centros laborales y espacios públicos.
Regreso a la normalidad
El anuncio fue emitido por el Comando del Frente Interno del Ejército israelí, en coordinación con el Ministro de Defensa, Israel Katz, luego de que se aprobara un alto al fuego entre Israel e Irán mediado por Estados Unidos.
“Todas las zonas del país volverán a la actividad completa sin restricciones”, señaló el comunicado oficial.
La nueva directriz entra en vigor desde las 20:00 horas locales de este martes y se mantendrá hasta el jueves a la misma hora, con la posibilidad de nuevas actualizaciones según la evolución del contexto regional.
Contexto del conflicto y medidas anteriores
Desde el inicio de la guerra el 13 de junio, Israel decretó el cierre total de escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos, limitando las reuniones a servicios esenciales. Aunque la semana pasada se permitió operar centros laborales con refugios cercanos y reuniones reducidas, la mayoría del país permanecía paralizado.
Con la implementación del alto al fuego, se han reanudado todas las actividades comerciales, sociales y educativas, tras casi dos semanas de interrupción.
Detalles del alto al fuego
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el lunes que ambas partes habían acordado un cese completo de hostilidades. Israel confirmó su adhesión mediante un comunicado de la Oficina del Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, asegurando que se habían logrado los objetivos de eliminar las amenazas nucleares y balísticas iraníes.
Por su parte, Irán también declaró el fin de las hostilidades, aunque insistió en que Israel “sufrió un castigo severo” y fracasó en sus intentos de destruir instalaciones nucleares.
Saldo de la ofensiva
Durante los doce días de enfrentamientos, los intercambios de misiles y drones dejaron un saldo trágico: al menos 450 muertos en Irán y 28 en Israel, según cifras oficiales. La tensión aumentó tras el bombardeo estadounidense del domingo pasado a tres instalaciones nucleares iraníes, lo que derivó en represalias contra bases estadounidenses en Qatar e Irak, previamente evacuadas.
