El gobierno ruso desestimó este lunes la propuesta de un alto al fuego de 30 días promovida por Ucrania y respaldada por líderes europeos, al considerar como “inadmisibles” las amenazas de sanciones que acompañaban la exigencia de declarar una tregua inmediata.
“Tal lenguaje de ultimátum es inadmisible. No se puede hablar con Rusia con ese lenguaje”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, durante su habitual rueda de prensa telefónica.
Rechazo a presiones diplomáticas
La negativa de Moscú llega después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acompañado por los líderes de Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia, exigiera un alto al fuego completo e incondicional a partir del 12 de mayo. A cambio, se advirtió que, de no cumplirse la tregua, se activarían “sanciones masivas” coordinadas entre la Unión Europea y Estados Unidos.
Peskov lamentó la postura occidental, calificándola de contraproducente para una salida pacífica al conflicto. Aunque reafirmó la disposición rusa a negociar, criticó que la propuesta europea “omite las causas originales del conflicto” y refuerza la narrativa de presión unilateral.
Propuesta rusa: diálogo en Estambul
En contraste con la postura europea, el presidente ruso Vladímir Putin propuso llevar a cabo negociaciones directas con Ucrania en Estambul el próximo 15 de mayo, sin condiciones previas. Peskov aseguró que esta oferta representa una “verdadera vía diplomática” para alcanzar una paz duradera, y no un mero mecanismo para “rearmar al ejército ucraniano”, como teme Moscú.
La iniciativa de Putin habría recibido el respaldo de líderes del bloque BRICS, incluidos China y Brasil, presentes recientemente en Moscú durante los actos por el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Además, según declaraciones del portavoz, el presidente estadounidense Donald Trump habría instado a Zelenski a considerar la propuesta rusa, lo que motivó la disposición del mandatario ucraniano a viajar a Estambul.
Historial de treguas fallidas
Putin, aunque no rechazó explícitamente la propuesta de tregua, se mostró escéptico al recordar que Kiev habría violado pactos anteriores, incluyendo los altos al fuego pactados con motivo de festividades religiosas y conmemorativas.
La vocera del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, reforzó esta visión al declarar que “primero deben discutirse las causas del conflicto” antes de hablar de una tregua formal.
