Las series y películas centradas en asesinos seriales y psicópatas se han consolidado como un fenómeno cultural en el mundo del entretenimiento. Estas producciones exploran no solo los crímenes cometidos por estos personajes, sino también la compleja psicología que los impulsa, sumergiendo al espectador en un viaje inquietante entre la oscuridad humana y el suspenso narrativo.
Este tipo de contenidos combina elementos del drama, el suspenso y el horror, logrando mantener la tensión mientras retrata tanto los actos violentos como los intentos por comprenderlos y detenerlos, ya sea a través de investigadores, víctimas o psicólogos forenses. Detrás de cada historia hay una mezcla de factores sociales, emocionales y traumáticos que invitan a reflexionar sobre los límites de la mente humana.
¿Por qué nos atraen tanto?
La fascinación por estas historias no es nueva. Desde mucho antes del auge del streaming, las novelas de crimen y suspenso ya contaban con un público fiel. Hoy, expertos en psicología estudian el porqué de esta atracción.
Según Coltan Scrivner, investigador del Laboratorio de Miedo Recreativo de la Universidad de Aarhus, la respuesta está en nuestra curiosidad por lo desconocido. En su artículo publicado en Psychology Today, Scrivner menciona que los humanos sentimos una atracción natural por aquello que rompe con lo cotidiano, especialmente cuando se trata de comportamientos extremos. Las historias de asesinos seriales nos permiten asomarnos, desde la seguridad del sofá, a lo que se considera lo más aberrante de la conducta humana.
Por otro lado, la psicóloga forense Katherine Ramsland, en su libro La mente de un asesino, argumenta que estas series provocan una activación emocional intensa, liberando adrenalina sin poner en riesgo real al espectador. Se trata de una especie de “montaña rusa emocional”, similar a lo que se experimenta con las películas de terror, donde la tensión es parte del disfrute.
Además, Scrivner sugiere que este consumo puede ser también una estrategia de afrontamiento. Al ver estos contenidos, las personas enfrentan simbólicamente sus temores al crimen o a la violencia, procesándolos en un entorno controlado. Este fenómeno, conocido como “ensayo mental”, permite practicar cómo responder emocionalmente ante situaciones amenazantes, incluso si nunca llegan a vivirlas.
El caso de You: un asesino serial que conquistó el streaming
Uno de los ejemplos más recientes del éxito del género es You, serie que lanzó su quinta temporada el pasado 24 de abril. Estrenada originalmente en 2018, la historia de Joe Goldberg (interpretado por Penn Badgley), un aparentemente encantador gerente de librería convertido en asesino obsesivo, se volvió un fenómeno cuando Netflix adquirió sus derechos.
La serie ha sido elogiada por su estilo visual y la actuación de Badgley, pero también ha generado debate por el tono ambiguo con el que retrata a Joe. Muchos críticos señalan que, al igual que otras producciones del género, You corre el riesgo de romantizar o glorificar a los asesinos seriales, reforzando una narrativa problemática que ha existido durante décadas en el cine y la literatura.
Aun con estas críticas, el éxito de You y de otras producciones similares demuestra que el interés por lo oscuro, lo perturbador y lo prohibido sigue capturando la atención de millones. En un mundo cada vez más incierto, estas historias siguen ofreciendo una mezcla de entretenimiento, catarsis y, curiosamente, un poco de consuelo psicológico.