Más de 25.000 neoyorquinos podrían enfrentar desalojos o la pérdida de sus hogares debido al modelo de cooperativas con arrendamiento de suelo, conocido como ground lease co-ops. Aunque los residentes son propietarios de los edificios, no poseen el terreno, lo que los deja vulnerables a decisiones de los dueños del suelo.
Este modelo, antes una opción asequible para la clase media y trabajadora, ahora genera incertidumbre, ya que algunos contratos están próximos a expirar. Esto podría permitir a los propietarios aumentar los costos, desalojar residentes o incluso demoler los edificios.
Incertidumbre y preocupación
En la cooperativa Mainstay Co-op, los residentes temen perder sus hogares. “Somos un vecindario de clase trabajadora y jubilados; todo nuestro patrimonio está aquí”, afirmó William Maiman. Otros vecinos expresaron su frustración, ya que han invertido grandes sumas en mantenimiento y ahora podrían quedarse sin opciones viables.
Propuestas legislativas y debate
La senadora Liz Krueger impulsa un proyecto de ley para limitar los aumentos de renta en estos casos. Sin embargo, la iniciativa ha generado controversia. Mientras defensores buscan proteger a los residentes, la Real Estate Board of New York y otros sectores inmobiliarios se oponen, argumentando que la medida desestabilizaría el sistema de contratos.
El debate continúa mientras miles de familias esperan una solución que les brinde seguridad sobre el futuro de sus hogares.
