Los recientes aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump a las importaciones de Canadá y México han puesto en jaque el futuro del T-MEC, el acuerdo comercial que el propio presidente de EE.UU. impulsó y aprobó hace cinco años. Expertos consultados por EFE consideran que la medida ha desmantelado de facto el tratado, afectando la estabilidad del comercio en América del Norte.
El martes, la administración estadounidense impuso un arancel del 25% sobre los productos provenientes de sus socios comerciales en respuesta a lo que considera un manejo inadecuado del tráfico de fentanilo y la inmigración indocumentada. La decisión ha generado represalias inmediatas, con Canadá implementando aranceles equivalentes sobre bienes estadounidenses valorados en 30 mil millones de dólares canadienses (20.74 mil millones de dólares estadounidenses), incluyendo productos como bourbon, electrodomésticos, cereales y motocicletas. Si en 21 días EE.UU. mantiene los aranceles, Canadá extenderá las medidas a un total de 125 mil millones de dólares canadienses en importaciones estadounidenses. México, por su parte, ha anunciado que en los próximos días dará a conocer sus propias represalias arancelarias.
T-MEC: ¿un acuerdo roto?
El T-MEC, negociado por Trump durante su primer mandato (2017-2021) en sustitución del TLCAN, tenía como objetivo fortalecer la integración económica de la región. Sin embargo, expertos como Tony Stillo, director de Canada Economics en Oxford Economics, advierten que las recientes medidas están erosionando la confianza en el tratado y afectando las cadenas de producción interconectadas entre los tres países.
Si bien el T-MEC sigue en vigor técnicamente, Stillo señala que la falta de previsibilidad en las políticas comerciales de EE.UU. pone en duda la validez de sus compromisos internacionales. Julian Karaguesian, profesor de Economía en la Universidad de Carleton y exfuncionario en relaciones económicas entre Canadá y EE.UU., opina que, aunque el tratado sigue vigente legalmente, en la práctica ya no tiene reglas claras.
Reacciones y perspectivas
Canadá ha presentado una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra EE.UU., aunque el proceso para una resolución podría extenderse varios meses. Mientras tanto, expertos coinciden en que la incertidumbre generada por la postura de Trump perjudica tanto a Canadá como a México, dificultando futuras negociaciones y debilitando la cooperación comercial en la región.
Para Stillo, las medidas podrían ser temporales y sujetas a cambios según la reacción del electorado estadounidense o la evolución de las negociaciones. Sin embargo, Karaguesian es escéptico y considera que los aranceles reflejan la visión de Trump sobre la reindustrialización de EE.UU. a expensas del comercio global. Según el académico, el presidente parece estar decidido a priorizar el proteccionismo sin considerar el impacto en sus propios socios comerciales o en la economía estadounidense.
El futuro del T-MEC es incierto. Mientras las tensiones crecen, la estabilidad del comercio en América del Norte pende de un hilo, dependiendo de cómo evolucionen las relaciones entre los tres países en los próximos meses.