La violencia en Zitácuaro, Michoacán, alcanzó niveles alarmantes tras la presunta muerte o captura de William Edwin Rivera Padilla, alias “El Barbas”, señalado como operador clave del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y miembros del grupo criminal han dejado un saldo trágico de tres víctimas inocentes.
Impacto en la población civil
Entre las víctimas se encuentran Mercedes, de 48 años, y su sobrina de 15, quienes fueron alcanzadas por balas perdidas mientras transitaban por la zona. Otra víctima fatal fue un conductor que, al obstruir accidentalmente el paso de un grupo armado, fue asesinado de un disparo. Estos hechos han evidenciado la vulnerabilidad de la población civil en medio de la disputa territorial entre cárteles y operativos de seguridad.
Respuesta violenta del CJNG
La incertidumbre en torno al destino de “El Barbas” –con reportes contradictorios sobre su muerte, captura y un posible rescate por parte de un comando armado– desató una violenta respuesta del CJNG. Esta incluyó balaceras, bloqueos, quema de vehículos y ataques a tiendas de conveniencia en varios puntos de Michoacán, sembrando pánico en la población y paralizando las actividades cotidianas.
Llamado a la acción
El Ayuntamiento de Zitácuaro condenó los actos y aseguró su compromiso para combatir la delincuencia, pero la ciudadanía exige acciones más contundentes y efectivas. La región continúa atrapada en una disputa entre el CJNG, Los Caballeros Templarios y Cárteles Unidos, lo que ha convertido a Zitácuaro en un foco de violencia donde los inocentes enfrentan los mayores riesgos.
La situación refleja la urgencia de implementar estrategias integrales que prioricen la protección de la población civil y la restauración de la seguridad en la región.
