El martes por la tarde, una narcomanta firmada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Chapitos apareció en un puente peatonal de la colonia Herrera en Tijuana. El mensaje amenaza directamente a René y Alfonso Arzate García, alias La Rana y Aquiles, líderes de la facción conocida como Los Mayitos dentro del Cártel de Sinaloa.
Mensaje claro y directo:
«Les vamos a quitar Tijuana, Rosarito, Ensenada y Tecate… Ya no serán nada.»
Este anuncio subraya la alianza entre el CJNG y Los Chapitos, quienes buscan desbancar a La Mayiza, la facción dirigida por los descendientes de Ismael “El Mayo” Zambada.
La lucha por el control territorial
La manta mencionaba específicamente colonias como La Costilla y El Soler, lo que demuestra la intención de consolidar el dominio en áreas estratégicas de Baja California.
Contexto de la fractura interna en el Cártel de Sinaloa:
- Facción de Los Chapitos: Dirigida por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, con una estrategia agresiva enfocada en la expansión.
- La Mayiza: Comandada por los descendientes de El Mayo Zambada, busca mantener plazas tradicionales como Tijuana y Culiacán.
La división se intensificó tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada en julio de 2024, supuestamente debido a información entregada por Los Chapitos.
El CJNG se suma a la guerra
Bajo el mando de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, el CJNG ha aprovechado estas divisiones para ganar terreno en Baja California, un punto clave por su proximidad con Estados Unidos.
La alianza entre Los Chapitos y el CJNG representa una amenaza seria para Los Mayitos, quienes enfrentan presiones internas y externas.
Captura de “El Oso”:
La detención de Edwin Antonio Rubio López, alias “El Oso”, operador de La Mayiza, debilitó aún más la facción, dejando vulnerables a aliados como La Rana y Aquiles.
Violencia sin fin
Tijuana sigue siendo escenario de una guerra implacable por el control del narcotráfico. A pesar de los operativos de las autoridades, la población permanece atrapada entre balaceras, traiciones y mensajes de terror.
El panorama en Baja California muestra cómo la fragmentación de los cárteles mexicanos multiplica la violencia, mientras grupos como el CJNG aprovechan las debilidades internas del Cártel de Sinaloa para avanzar en territorios clave.