El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene su plan de aplicar aranceles del 25% sobre productos provenientes de México y Canadá el próximo sábado 1 de febrero, según confirmó Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, este martes 28 de enero.
Leavitt destacó que Trump aún evalúa la medida, a menos que ambos países colaboren en temas clave como el tráfico de fentanilo y la migración. Paralelamente, el presidente también considera imponer nuevas barreras arancelarias a productos de China, lo que podría coincidir con las tarifas dirigidas a sus socios de Norteamérica.
A pesar de que durante el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Trump expresó optimismo sobre las negociaciones con México, este anuncio incrementa las tensiones comerciales en la región.
Por su parte, Mélanie Joly, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, aseguró que su país está preparado para responder con medidas recíprocas si los aranceles entran en vigor. «Estaremos listos desde el primer día», afirmó, agregando que Canadá trabaja en conjunto con aliados como la Unión Europea, Reino Unido y México para diseñar una estrategia conjunta frente a estas medidas de Washington.
Joly tiene previsto reunirse este miércoles con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en un intento por mitigar la crisis diplomática y comercial.
Además, la Casa Blanca anunció un endurecimiento de las políticas migratorias internas, que incluye operativos intensificados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la suspensión de financiamientos federales. Estas acciones forman parte de las recientes órdenes ejecutivas de Trump, alineadas con su agenda política de campaña.
Las tensiones comerciales y migratorias reflejan el enfoque confrontativo del mandatario, quien busca vincular estas políticas con sus objetivos estratégicos, incluso si ello afecta a los aliados más cercanos de Estados Unidos.
