Tras el anuncio de un alto al fuego entre Israel y Hamás, Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes y el reto de reconstruir un territorio devastado por 15 meses de guerra. La reconstrucción, estimada en más de 50 mil millones de dólares y hasta 15 años de trabajo, plantea serios desafíos políticos y logísticos.
Crisis humanitaria y reconstrucción
La guerra dejó más de la mitad de las estructuras de Gaza destruidas y desplazó a casi toda su población de 2.4 millones al menos una vez, según la ONU. Infraestructuras básicas como el suministro de agua y los hospitales están severamente dañados, y los niños no han asistido a clases en más de un año.
Aunque históricamente las monarquías del Golfo han financiado la reconstrucción, Arabia Saudita y otras naciones insisten en que no habrá más ayuda incondicional. Estas demandas están ligadas a un proceso político que incluya la creación de un Estado palestino, algo que Israel considera inaceptable.
Gobernanza en Gaza
Hamas, debilitado por la guerra, ha declarado que no busca mantener el control político de Gaza y estaría dispuesto a transferir la administración a una entidad palestina. Durante negociaciones en El Cairo, Hamas y Fatah acordaron la posible formación de un comité independiente bajo la Autoridad Palestina.
Sin embargo, el presidente Mahmud Abás, temeroso de perder apoyo internacional, ha sido reticente a avanzar hacia una reconciliación política. Estados Unidos ha sugerido que la Autoridad Palestina invite a socios internacionales para gestionar una administración interina.
