Luego de tres meses de espera y diversas controversias, el esperado enfrentamiento entre Omar Chávez, hijo de la leyenda Julio César Chávez, y el medallista olímpico mexicano Misael Rodríguez finalmente se llevó a cabo. Pactado a 10 rounds, la pelea culminó con la victoria de Rodríguez por decisión unánime, en un duelo lleno de intensidad y dramatismo.
Desde el campanazo inicial, ambos pugilistas mostraron su determinación en el cuadrilátero. Los primeros asaltos fueron parejos, con Chávez tratando de imponer su experiencia frente a un Rodríguez que no se amedrentó ante la dinastía de su rival. El intercambio de golpes mantuvo a los espectadores en suspenso, con ambos combatientes reservando sus mejores golpes para la segunda mitad de la contienda.
La condición física, factor clave en la victoria de Rodríguez
A medida que avanzaban los asaltos, la fatiga comenzó a hacer mella en Omar Chávez, quien mostró menor movilidad y velocidad. Rodríguez, con su característica disciplina, supo aprovechar la situación y conectó combinaciones precisas que fueron debilitando a su oponente.
El momento más crítico llegó en el sexto round, cuando Rodríguez logró acorralar a Chávez contra las cuerdas, conectando potentes golpes a la mandíbula que estuvieron cerca de definir la pelea. Sin embargo, Chávez resistió y fue salvado por la campana, desatando la ovación del público.
En el octavo asalto, Chávez logró conectar un uppercut que impactó a Rodríguez, pero el medallista olímpico respondió con un golpe de izquierda contundente que dejó clara su superioridad y confianza en el ring.
Un cierre de pelea lleno de coraje
El último round fue un despliegue de coraje por parte de ambos boxeadores. Chávez, motivado por su padre desde la primera fila, intentó cerrar con fuerza en busca de un golpe definitivo. No obstante, la estrategia de Rodríguez le permitió mantener el control y llevar la decisión final a las tarjetas.
Tras 10 intensos rounds, los jueces determinaron la victoria de Misael Rodríguez con tarjetas de 96-94, 97-93 y 98-92. El anuncio fue recibido con aplausos y muestras de respeto entre los asistentes. En un gesto de fair play, Julio César Chávez subió al ring para felicitar personalmente a Rodríguez por su triunfo, reconociendo su superioridad.
Con esta victoria, Misael Rodríguez reafirma su posición como uno de los máximos exponentes del boxeo mexicano actual, mientras Omar Chávez sigue enfrentando los retos que conlleva el legado de su apellido.
Una rivalidad con historia
El regreso de Omar Chávez al cuadrilátero generó gran expectativa, especialmente después de la cancelación del combate en octubre de 2024 debido a problemas de peso. Con un récord de 41 victorias, 28 por nocaut, 8 derrotas y un empate, Chávez llegaba respaldado por la historia de su padre. Por su parte, Rodríguez, medallista de bronce en Río 2016, buscaba demostrar su calidad en su primer combate del año.
La tensión entre ambos escaló durante la conferencia de prensa previa a la pelea, donde el Gran Campeón Mexicano tuvo que intervenir para calmar los ánimos. Sin embargo, la cancelación del combate original debido a que Chávez excedió el peso pactado por más de cinco kilogramos dejó un sabor amargo entre los aficionados.
Esta vez, con el peso controlado y la rivalidad en su punto más álgido, la pelea cumplió con las expectativas, demostrando que tanto Chávez como Rodríguez tienen mucho por ofrecer en el boxeo mexicano.
