El cenotafio de Édgar Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue blanco de un ataque con explosivos en Culiacán, Sinaloa, lo que intensifica la ya tensa rivalidad entre facciones del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con los primeros reportes, un fuerte estallido sacudió la zona norte de la ciudad, específicamente en el estacionamiento de City Club, ubicado sobre el bulevar Enrique Sánchez Alonso. El artefacto explosivo impactó directamente la estructura de cemento del monumento funerario, causando serios daños.
Imágenes compartidas en redes sociales muestran la magnitud del ataque, que provocó alarma entre los residentes cercanos. Este acto de vandalismo se suma a la serie de enfrentamientos que han marcado la fractura interna del cártel, particularmente entre la facción de Los Chapitos y Los Mayos.
Autoridades locales han iniciado una investigación para determinar el tipo de explosivo utilizado y los responsables detrás del atentado, que también pone de manifiesto el nivel de violencia en las disputas por el control territorial.