El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este lunes su decisión de renunciar a su cargo y al liderazgo del Partido Liberal, poniendo fin a más de nueve años de mandato. En una rueda de prensa, Trudeau explicó que permanecerá de forma provisional hasta que el partido seleccione a su próximo líder mediante un proceso “competitivo y riguroso”.
“Soy un luchador, pero he llegado a la conclusión de que no soy la mejor opción para las próximas elecciones”, expresó Trudeau, refiriéndose a los comicios previstos para octubre de este año. Según explicó, la decisión fue tomada tras reflexionar durante las fiestas y mantener largas conversaciones con su familia.
Un legado mixto
Trudeau destacó logros como la reducción de la pobreza y la lucha contra el cambio climático, pero reconoció no haber cumplido con la reforma del sistema electoral para reducir la polarización política en el país. A pesar de ser inicialmente aclamado por su retorno a políticas liberales tras una década de gobierno conservador, su popularidad se deterioró en los últimos años debido a problemas como el aumento del costo de vida y la inmigración.
Prórroga del Parlamento
El primer ministro justificó la polémica decisión de prorrogar el Parlamento hasta el 24 de marzo, una medida aprobada por la gobernadora general, Mary Simon. Según Trudeau, esto permitirá superar la “parálisis” en la Cámara Baja. Sin embargo, reconoció que una vez reanudadas las sesiones, la oposición presentará una moción de censura contra su Gobierno.
Un futuro incierto para los liberales
Trudeau afirmó que el Partido Liberal continuará promoviendo sus valores e ideas bajo un nuevo liderazgo, buscando mantener su relevancia en el panorama político canadiense. Por último, expresó su deseo de que las próximas elecciones sean menos divisivas para el país.
Trudeau, quien asumió el poder en 2015, deja un legado marcado por avances sociales y controversias políticas, cerrando un capítulo importante en la historia reciente de Canadá.