Un voraz incendio forestal, impulsado por fuertes vientos en las colinas de Los Ángeles, ha llevado a la evacuación de más de 30,000 residentes y amenaza unas 13,000 estructuras, informaron las autoridades.
Apodado «Palisades», el incendio comenzó en la exclusiva zona de Pacific Palisades y ya ha consumido más de 480 hectáreas de terreno. Los vientos, con ráfagas de hasta 160 km/h, y la baja humedad han favorecido la rápida expansión de las llamas.
Kristin Crowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, señaló que la emergencia pone en peligro más de 10,000 hogares, incluidos negocios y viviendas. Sin embargo, las tareas de evacuación se complican debido a vehículos abandonados que obstaculizan las vías, dificultando el acceso de los servicios de emergencia.
Equipos de bomberos, apoyados por helicópteros y aviones cisterna, luchan contra el fuego, que sigue fuera de control. Las autoridades han declarado alerta de bandera roja, advirtiendo que las condiciones climáticas podrían agravar aún más la situación.
El gobernador Gavin Newsom ha movilizado recursos adicionales, enviando brigadas y equipos de extinción desde el norte hacia el sur del estado para enfrentar esta crisis.
Se insta a la población a obedecer las órdenes de evacuación y mantenerse informada a través de los canales oficiales. Mientras tanto, los residentes afectados esperan con preocupación que las labores de contención logren evitar mayores daños.
