El presidente Donald Trump desató controversia al proponer renombrar el Golfo de México como «Golfo de América». Según Trump, este cambio es un reflejo del liderazgo y la influencia de Estados Unidos en la región. «Es hora de que pongamos nuestro nombre en lo que realmente nos pertenece», declaró en su discurso.
Trump también aprovechó la oportunidad para acusar a China de controlar estratégicamente el Canal de Panamá, señalando que esto representa una amenaza para los intereses estadounidenses. «China está operando el Canal de Panamá, un punto clave para nuestro comercio y seguridad. Cuando regrese al poder, prometo recuperarlo y devolverlo al control de las fuerzas estadounidenses», afirmó.
La propuesta ha generado reacciones encontradas, tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Algunos políticos republicanos han apoyado la idea como un acto patriótico, mientras que otros la han calificado como una medida populista e impráctica. Por su parte, líderes latinoamericanos y expertos en geopolítica consideran que estas declaraciones podrían tensar aún más las relaciones entre Estados Unidos, México y los países de Centroamérica.
Además, críticos señalan que cambiar el nombre del Golfo de México podría enfrentar obstáculos legales y diplomáticos, dado que involucra territorios y acuerdos internacionales. Asimismo, el debate sobre el Canal de Panamá podría reavivar tensiones históricas sobre la soberanía de la infraestructura clave para el comercio global.
Las redes sociales han estallado con memes y comentarios tanto a favor como en contra de las declaraciones de Trump, convirtiéndolas en tendencia en Estados Unidos y varios países latinoamericanos.
