Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos y ganador del Premio Nobel de la Paz, falleció este domingo a los 100 años en su casa de Plains, Georgia. La noticia fue confirmada por su hijo al diario The Washington Post. Carter, quien había estado en cuidados paliativos por más de un año, enfrentó un agresivo melanoma que se había extendido a su hígado y cerebro.
Carter, quien lideró la nación de 1977 a 1981, será recordado como un demócrata moderado con un profundo compromiso con los derechos humanos. Su presidencia marcó hitos como la mediación de los acuerdos de Camp David entre Egipto e Israel en 1978, un logro histórico que puso fin a décadas de conflicto. También destacó por iniciativas internas como la creación de los departamentos de Energía y Educación, así como políticas ambientales que preservaron millones de hectáreas de naturaleza salvaje en Alaska.
Sin embargo, su mandato también estuvo marcado por desafíos como la crisis de los rehenes en Irán, la alta inflación y un discurso que buscó enfrentar una «crisis de confianza» en el país. Su derrota en las elecciones de 1980 ante Ronald Reagan lo llevó de regreso a su natal Georgia, donde comenzó una de las etapas más impactantes de su vida.
Junto a su esposa Rosalynn, con quien estuvo casado por más de 75 años y que falleció en 2023, fundó el Centro Carter en 1982. Durante cuatro décadas, trabajaron incansablemente en la promoción de la paz, la democracia y los derechos humanos. Supervisaron más de 100 elecciones en todo el mundo, ayudaron a aliviar tensiones en conflictos como los de Corea, Haití y Sudán, y lideraron esfuerzos en salud pública, como la lucha por erradicar el gusano de Guinea. Incluso en sus 90 años, los Carter continuaron construyendo viviendas para los necesitados con la organización Hábitat para la Humanidad.
La vida de Carter trascendió la política. Publicó más de 30 libros y fue un ejemplo de servicio público y compromiso moral. A pesar de las críticas durante su presidencia, su legado fue revalorizado con el tiempo, y muchos historiadores han reconocido la profundidad e impacto de sus contribuciones.
Al reflexionar sobre su vida tras un diagnóstico de cáncer en 2015, Carter expresó: “He tenido una vida maravillosa. He tenido miles de amigos, una existencia emocionante, aventurera y gratificante”. Su fallecimiento deja un vacío profundo, pero también un legado imborrable como líder, pacificador y defensor incansable de los derechos humanos.