Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, conocido como El Mochomito, parecía haber quedado relegado a un segundo plano en el complejo mundo del crimen organizado en México. Con 34 años, su figura pasó de ser un prominente heredero del Cártel de los Beltrán Leyva a un criminal eclipsado por otros narcojuniors como Los Chapitos, Ovidio Guzmán, y El Mencho, líder del CJNG.
Sin embargo, en el contexto de la guerra civil que sacude a Sinaloa, su nombre resurge entre los más mencionados y buscados, tras su presunta alianza con los mismos primos con quienes estaba enfrentado a muerte: Los Chapitos.
De guerra familiar a estratega criminal
El periodo más activo de El Mochomito ocurrió en sus 20 años, durante el auge del conflicto interno en el Cártel de Sinaloa. En 2016, su protagonismo alcanzó su punto más alto tras el secuestro de Los Chapitos, en un acto que desató una de las mayores tensiones entre los clanes criminales de la región.
Informes señalan que este golpe contó con la colaboración del CJNG, encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, y el respaldo del Chapo Isidro, líder de los remanentes de los Beltrán Leyva. El conflicto estaba cargado de venganza: El Mochomito acusaba a su tío El Chapo Guzmán de traicionar a su padre, Alfredo Beltrán Leyva, entregándolo a las autoridades.
Captura y autogobierno en prisión
El diciembre de 2016 marcó un giro en la vida de Beltrán Guzmán, cuando fue detenido en Jalisco. Durante su encarcelamiento en el penal de Puente Grande, se le acusó de establecer un autogobierno, cobrar cuotas a otros reclusos y mantener el control interno. Aunque fue condenado inicialmente a nueve años, en 2021 salió en libertad tras una reducción de su sentencia a cinco años.
Resurgimiento y nueva controversia
Tras su liberación, El Mochomito optó por un perfil bajo, pero su nombre volvió a figurar recientemente en titulares. Según «fuentes federales», es señalado como autor intelectual del asesinato de un agente federal en Culiacán el 18 de diciembre. Además, en noviembre de 2023, la periodista Anabel Hernández reportó que el narcojunior habría pagado tres millones de dólares a elementos federales para evitar ser detenido.
A pesar de los rumores sobre su captura, el gobierno de Sinaloa desmintió la noticia, aunque confirmó la detención de dos de sus presuntos pistoleros. Durante su aprehensión, se decomisaron armas largas, granadas y fentanilo, lo que subraya la peligrosidad y alcance de su red.
¿El Mochomito como pieza clave?
Aunque los días de gloria del Cártel de los Beltrán Leyva parecen lejanos, el resurgimiento de Jesús Alfredo Beltrán Guzmán plantea interrogantes sobre su papel en el ajedrez criminal actual. Su supuesta alianza con Los Chapitos representa un giro inesperado en la narrativa de rivalidades familiares y podría posicionarlo como un jugador estratégico en la fragmentada guerra por el control del narcotráfico en México.
Sin embargo, su influencia está lejos de ser la que ostentaron su padre y su tío. En un escenario dominado por figuras como El Mencho y El Mayo Zambada, El Mochomito se enfrenta al desafío de mantener relevancia en un mundo donde el poder es efímero y los enemigos abundan.