La controversial medida de Yoon desencadenó protestas y una moción de juicio político impulsada por la oposición.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, enfrenta una fuerte presión política luego de su inesperada declaración de ley marcial, que desató caos y protestas en el país. Aunque la medida fue revocada en menos de seis horas gracias a una votación unánime en el Parlamento, el Partido Democrático y otros partidos opositores han presentado una moción para someterlo a juicio político.
La controversia de la ley marcial
El martes por la noche, Yoon sorprendió al país al declarar la ley marcial, desplegando tropas armadas alrededor del Parlamento en lo que describió como un intento de proteger la democracia frente a “fuerzas antiestatales”. Sin embargo, la oposición calificó la medida como inconstitucional y una amenaza a las libertades democráticas.
La ley marcial, la primera en más de cuatro décadas, evocó recuerdos de los gobiernos militares en Corea del Sur durante las décadas de 1970 y 1980. Soldados armados con fusiles de asalto se desplegaron cerca de la Asamblea Nacional mientras helicópteros militares sobrevolaban la zona. Según testigos, los militares intentaron bloquear el acceso al edificio, apuntando incluso a manifestantes que exigían la revocación inmediata de la medida.
Juicio político y dimisiones
El Partido Democrático, que controla la mayoría de los 300 escaños del Parlamento, considera la declaración de Yoon una violación clara de la Constitución. “La ley marcial no cumplió con ninguno de los requisitos legales para su aplicación. Este acto constituye un motivo suficiente para su destitución”, señaló el partido en un comunicado.
La moción de juicio político podría votarse esta misma semana. Si se aprueba, el primer ministro Han Duck-soo asumiría las funciones presidenciales mientras la Corte Constitucional evalúa el caso.
Además, varios altos funcionarios, incluido el ministro de Defensa Kim Yong Hyun, han ofrecido su dimisión en medio de la creciente presión política.
Impacto político y social
La crisis ha intensificado las divisiones políticas en Corea del Sur, un país que ha sido gobernado democráticamente desde finales de los años 80. La acción de Yoon provocó indignación tanto entre los legisladores como entre los ciudadanos, quienes salieron a las calles para manifestarse.
“La democracia de nuestro país está en peligro. Esto no puede repetirse”, dijo un manifestante durante las protestas frente al Parlamento.
Próximos pasos
El juicio político requerirá el voto favorable de dos tercios del Parlamento y la aprobación de al menos seis de los nueve jueces de la Corte Constitucional. Sin embargo, la Corte enfrenta desafíos adicionales debido a vacantes en su composición, lo que podría retrasar el proceso.
Mientras tanto, Yoon enfrenta una creciente presión para renunciar antes de que el Parlamento actúe. Sin embargo, el mandatario ha defendido su decisión, argumentando que fue necesaria para mantener la estabilidad del país.
La situación ha sumido a Corea del Sur en una de sus peores crisis políticas en décadas, dejando en duda el futuro del presidente y las implicaciones para la democracia en el país.
