El aumento proyectado para productos como cigarros y bebidas azucaradas será del 4.5 %, aunque aún se espera la confirmación oficial mediante su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Este ajuste, sumado a los incrementos ya aplicados anteriormente, podría generar un impacto significativo en el gasto de quienes consumen regularmente estos productos.
Según estimaciones, el nuevo impuesto provocará que los refrescos incrementen su precio en 7 centavos por litro, mientras que los cigarros subirán 0.64 centavos por unidad, lo que se traduce en un aumento de hasta 5 pesos por cajetilla. Esto podría llevar a que el precio de las bebidas y el tabaco se eleve aún más en los puntos de venta, especialmente en zonas donde el margen de comercialización es mayor.
Aunque el ajuste oficial todavía no se ha aplicado, en algunas regiones del país ya se reporta un aumento anticipado en los precios de estos productos, lo que ha generado críticas entre los consumidores y dudas sobre la regulación del mercado. Además, expertos señalan que este incremento responde a las políticas fiscales enfocadas en desalentar el consumo de productos nocivos para la salud, al mismo tiempo que busca incrementar la recaudación tributaria.
En total, se prevé que estas modificaciones puedan afectar principalmente a sectores con un alto consumo de estas categorías, mientras que podrían beneficiar a programas relacionados con la salud pública que reciben parte de los ingresos generados por los impuestos especiales.
