Luego de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, afirmara que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, accedió a detener la migración hacia el norte, la mandataria mexicana aclaró que su gobierno prioriza construir puentes entre naciones en lugar de cerrar fronteras.
A través de sus redes sociales, Sheinbaum explicó que la estrategia de México en materia migratoria está basada en el respeto a los derechos humanos. Según detalló, se atiende a las caravanas migrantes antes de que lleguen a la frontera con Estados Unidos, promoviendo un enfoque preventivo y de cooperación.
“La postura de México no es cerrar fronteras, sino construir puentes entre gobiernos y pueblos”, escribió en X (antes Twitter).
Contrastes en las declaraciones
Las declaraciones de Sheinbaum se producen después de que Trump asegurara en redes sociales que ambos habían acordado frenar la migración mediante medidas más estrictas en la frontera sur de Estados Unidos. Además, el mandatario electo habló sobre esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico y consumo de drogas, especialmente fentanilo.
Trump afirmó que México comenzaría de manera “inmediata” a detener el flujo migratorio hacia su país, calificando este acuerdo como un paso clave para combatir lo que él llamó “la invasión ilegal”.
Enfoque preventivo
Sheinbaum subrayó que su gobierno está trabajando para atender las necesidades de los migrantes dentro de México, evitando que las caravanas lleguen al límite fronterizo. Asimismo, destacó una campaña nacional contra el consumo de drogas sintéticas como el fentanilo, un problema de alta preocupación compartido entre ambas naciones.
“La prioridad es prevenir, no solo reaccionar. Por eso, trabajamos en campañas educativas y acciones conjuntas para proteger a nuestras comunidades”, afirmó la presidenta.
Expectativas para el nuevo mandato de Trump
En su segundo periodo como presidente, Trump planea intensificar las políticas migratorias, incluyendo un aumento en las deportaciones, según lo adelantado en sus discursos de campaña. Estas medidas podrían generar nuevos desafíos para la relación bilateral entre ambos países.
Mientras tanto, Sheinbaum reiteró su compromiso de mantener el diálogo con Estados Unidos, pero insistió en que la postura mexicana seguirá centrada en soluciones colaborativas y humanas.