Silvia Pinal, una de las figuras más representativas del espectáculo en México, falleció a los 93 años tras complicaciones de salud derivadas de una infección en las vías urinarias y el colapso de un pulmón. La actriz, que estuvo hospitalizada en Médica Sur, pasó sus últimos momentos rodeada de familiares cercanos, entre ellos sus hijos Alejandra Guzmán, Sylvia Pasquel, Luis Enrique Guzmán y Stephanie Salas.
Reconocida como la última Diva del Cine de Oro Mexicano, Pinal construyó una carrera de más de siete décadas que abarcó cine, teatro y televisión. Su participación en icónicas películas dirigidas por Luis Buñuel, como Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965), marcó un hito en la cinematografía internacional, consolidando su lugar como una de las grandes artistas de México.
Además de su destacada trayectoria en la pantalla grande, Pinal fue una figura clave en la televisión, donde se ganó el cariño del público como conductora del programa Mujer, casos de la vida real, una de las series unitarias más emblemáticas del país. También incursionó en la política, ocupando un lugar como Senadora del Congreso de la Unión.
Su prolífica carrera le valió múltiples premios, incluidos cuatro Premios Ariel y un Ariel de Oro por su trayectoria en 2008. Pinal también dejó una huella imborrable en el teatro, con más de 40 producciones en su haber.
El legado de Silvia Pinal trasciende generaciones, siendo recordada no solo por su talento artístico, sino por su calidez y carisma. Su partida conmociona a México y al mundo del espectáculo, que despiden a una de las grandes figuras que definieron la historia del cine y la televisión.
Su familia ha expresado su deseo de mantener viva su memoria a través de su vasto acervo artístico, que seguirá inspirando a futuras generaciones.