Este jueves, las autoridades israelíes confirmaron la muerte de Yahya Sinwar, líder del grupo islamista Hamás, en una ofensiva llevada a cabo por las tropas israelíes en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza. En el mismo ataque, también fallecieron otros dos militantes de la organización.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, calificó la muerte de Sinwar como un golpe decisivo en la lucha contra Hamás y el «eje del mal» liderado por Irán en la región. En un discurso televisado, Netanyahu aseguró que esta acción militar abre la puerta para la liberación de los 101 rehenes que aún se encuentran en poder de la organización.
«Tenemos una gran oportunidad de detener el eje del mal y crear un futuro diferente. Un futuro de paz, un futuro de prosperidad para toda la región», declaró Netanyahu.
El primer ministro también enfatizó que la eliminación de Sinwar marca el principio del fin para el gobierno de Hamás en Gaza. «Hamás ya no gobernará Gaza. Este es el inicio del día después de Hamás», agregó, subrayando la intención de Israel de avanzar hacia una nueva etapa en la política regional.
La muerte de Sinwar, una de las figuras más influyentes de Hamás, representa un duro golpe para la organización, que ha liderado Gaza desde 2007, y deja una incógnita sobre el futuro del conflicto entre Israel y los grupos militantes palestinos en la Franja de Gaza.
