La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó este domingo en Querétaro el acto de arranque del proyecto del Tren México-Querétaro. Durante el evento, Sheinbaum subrayó la importancia de la continuidad de los programas sociales y las grandes obras, destacando que estos proyectos pueden financiarse con los recursos ahorrados al combatir la corrupción. Afirmó que este delito será severamente castigado durante su administración, con el fin de evitar la impunidad.
En su discurso, la presidenta también reivindicó el papel de la mujer en la historia de México, citando como ejemplo a Josefa Ortiz de Domínguez. Sheinbaum sugirió que debería hacerse una revisión histórica para omitir el apellido de su esposo, ya que éste dejó de apoyarla tras el inicio de la Guerra de Independencia.
El principal motivo de su visita a Querétaro fue dar inicio al proyecto ferroviario que se espera esté terminado en 2027. Sheinbaum informó que se alcanzó un acuerdo con el gobierno de Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro, para liberar los derechos de vía necesarios para el proyecto.
«Nos reunimos con el gobernador Mauricio Kuri y su equipo para definir los proyectos prioritarios para este gran estado», mencionó la mandataria. Además, explicó que este proyecto ya cuenta con avances desde la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien definió el trazo de la ruta. El tren contará con dos vías, una de las cuales conectará con el Tren México-Laredo.
Al igual que el Tren Maya, el Tren México-Querétaro será construido por el grupo de ingenieros militares de la Secretaría de la Defensa Nacional, específicamente el agrupamiento de ingenieros Felipe Ángeles, quienes también supervisarán el Tren México-Pachuca.
Expansión de trenes de pasajeros en México
Sheinbaum aprovechó el evento para destacar la reforma constitucional que permitirá al Estado utilizar las vías férreas concesionadas para el transporte de pasajeros. Esta medida, aprobada por el Congreso, es clave para la expansión de la infraestructura ferroviaria en México.
Durante su administración, la presidenta tiene previsto construir 3.000 kilómetros de trenes de pasajeros, con una inversión pública de 150.000 millones de pesos, con el objetivo de mejorar la movilidad y conectar diversas regiones del país. Esta iniciativa toma como referencia proyectos como el Tren Maya, que abarcó más de 1.500 kilómetros en el sureste de México durante el mandato de López Obrador.
La reforma constitucional también garantiza que las concesiones de transporte de carga continúen operando, mientras que las mismas vías serán habilitadas para trenes de pasajeros, optimizando así la infraestructura ferroviaria existente para fomentar la conectividad nacional.
