Claudia Sheinbaum, actual presidenta de México, presentó su estrategia de seguridad nacional en medio de una ola de violencia en Sinaloa, un estado históricamente afectado por el narcotráfico. La propuesta tiene como eje central la continuidad de los cuatro pilares ya esbozados por Omar García Harfuch, quien fue clave durante su mandato en la Ciudad de México: atender las causas de la violencia , **consolidar la Guardia Nacional ,utilizar inteligencia policial ,fortalecer la coordinación interinstitucional.
La visita de Sheinbaum a Sinaloa se da en un contexto de creciente violencia relacionada con grupos criminales, lo que pone a prueba la efectividad de su enfoque de seguridad a nivel nacional. Su plan se basa en reducir las desigualdades y ofrecer más oportunidades económicas para prevenir el reclutamiento de jóvenes por parte de grupos delictivos. Además, destaca la importancia de la inteligencia y la vigilancia para atacar las estructuras del crimen organizadas desde sus bases, como se ha intentado implementar en la capital mexicana.
El despliegue de la Guardia Nacional y su reciente integración al Ejército continúa generando debate sobre la militarización de la seguridad pública. Sheinbaum defiende que esta medida es necesaria para consolidar la seguridad en zonas de alto riesgo como Sinaloa. La estrategia también se centra en aumentar la cooperación entre los gobiernos locales y federales, algo que, según la administración, ha resultado efectivo en otros estados.
Este nuevo enfoque es una respuesta directa a la situación actual de violencia en Sinaloa, con la intención de demostrar que el gobierno está comprometido en restablecer el orden y la seguridad en las zonas más afectadas del país
“Es falso que haya militarización, lo que estamos haciendo es aprovechar las capacidades de la Secretaría de la Defensa Nacional para que no importe el tiempo y la Guardia Nacional se pueda consolidar», García Harfuch.
