Los atletas olímpicos que competirán en París enfrentarán desafíos adicionales debido a los altos niveles de contaminación por ozono y polen de pasto durante los próximos Juegos Olímpicos, especialmente si el clima es caluroso y soleado, según investigadores.
Un análisis de los datos de monitoreo de la calidad del aire de los últimos años muestra que los niveles de ozono en París y sus alrededores tienden a superar los umbrales recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente 20 días al mes entre julio y septiembre.
“La calidad del aire en París durante el verano se puede caracterizar principalmente por altos niveles de ozono por la tarde, especialmente en los días soleados y calurosos”, concluyó el equipo de investigación dirigido por Valerie Bougault, profesora asociada de la Universidad Côte d’Azur en Niza, Francia. El estudio, publicado en la edición del 25 de julio de la revista British Journal of Sports Medicine, también señala que el polen de gramíneas altamente alergénico llenará el aire, aunque sus niveles tienden a disminuir entre julio y septiembre.
Los investigadores emprendieron este estudio para ayudar a los atletas olímpicos y a los espectadores a prepararse mejor para los juegos. “Al comparar estos niveles [de calidad del aire] con los de su área, los atletas y espectadores pueden ver si necesitan tomar medidas para evitar o reducir su exposición. Pueden hablar de esto con su médico y planificar sus actividades para evitar los momentos y lugares donde la contaminación es más alta”, escribieron.
El estudio se basó en lecturas de contaminación del aire de París y sus suburbios tomadas entre 2020 y 2023, así como en recuentos de polen recogidos entre 2015 y 2022. Los investigadores encontraron que, en general, la contaminación por partículas y los niveles de dióxido de nitrógeno cayeron por debajo de los estándares de la OMS entre julio y septiembre. Sin embargo, los niveles de dióxido de nitrógeno superaron los estándares de la OMS cerca de áreas con mucho tráfico. Mientras tanto, la contaminación por ozono excedía regularmente los estándares de la OMS en París, alcanzando su punto máximo alrededor de las 4 p.m., hora local.
El ozono puede causar inflamación de las vías respiratorias, lo que puede provocar contracción de las mismas. Como resultado, los atletas y los espectadores pueden experimentar tos o dificultad para respirar. Los atletas con alergias o asma también deben ser conscientes de que el aire de París estará impregnado de altos niveles de polen de gramíneas, aunque los niveles generales de polen son tres veces más bajos en verano que en primavera, indicaron los investigadores.
Aún no está claro cómo afectarán estos contaminantes y alérgenos al rendimiento deportivo en los Juegos Olímpicos de París 2024, ya que la investigación al respecto es limitada. “Una revisión sistemática reciente encontró que la única evidencia de síntomas respiratorios y disminución de la función pulmonar en la población de atletas era el ozono”, escribieron. “Sin embargo, las concentraciones estudiadas en la literatura están muy por encima de las encontradas en París”.
Más información sobre la contaminación por ozono está disponible en la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
Fuente: BMJ, comunicado de prensa, 25 de julio de 2024.