Este lunes, Donald Trump se convertirá en el primer expresidente en ser juzgado por cargos penales, marcando un momento crucial en la política estadounidense, las elecciones presidenciales y la propia trayectoria de Trump.
Trump, quien se espera que sea el candidato republicano a la presidencia, estará presente durante todo el juicio, que podría extenderse hasta ocho semanas. Se ha declarado inocente de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, un delito grave que conlleva una pena máxima de hasta cuatro años de prisión. El proceso judicial comienza este lunes con la selección del jurado.
Los cargos están relacionados con la campaña presidencial de Trump en 2016. Los fiscales de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, alegan que Trump participó en un plan con su entonces abogado Michael Cohen y el editor del National Enquirer para silenciar historias escandalosas sobre él antes del día de las elecciones.
Una de estas historias implicó a la actriz porno Stormy Daniels, quien afirmó haber tenido un encuentro sexual con Trump en 2006. Trump ha negado estas acusaciones, y en octubre de 2016, su entonces abogado, Cohen, le pagó a Daniels 130,000 dólares para que mantuviera en secreto la acusación. Después de su elección, Trump reembolsó a Cohen estos pagos, registrándolos como honorarios legales en su empresa. Según alega el fiscal, estos documentos fueron falsificados para encubrir los pagos destinados a mantener en secreto el encuentro.
Trump ha mantenido que no ha cometido ningún delito y ha ridiculizado el caso como parte de una «caza de brujas» política en su contra, una afirmación que ha utilizado para movilizar a sus seguidores y recaudar millones de dólares en donaciones para su campaña.
Este caso penal es el primero de los cuatro presentados contra Trump en cuatro jurisdicciones diferentes, y es el único que definitivamente irá a juicio antes de las elecciones.
