Han transcurrido tres días desde las trágicas balaceras en la comunidad de Niños Héroes, municipio de La Concordia, Chiapas, y aún persiste la falta de claridad por parte de los gobiernos federal y estatal en torno a lo sucedido. Dos enfrentamientos armados dejaron un saldo de 10 personas fallecidas y al menos 13 guatemaltecos detenidos, según informes oficiales.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) emitió un comunicado exigiendo respuestas, lo que llevó al presidente Andrés Manuel López Obrador a corregir la cifra inicialmente reportada por Frayba de 25 muertos, indicando que eran 10 las víctimas distribuidas en dos eventos violentos.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) emitió un comunicado horas más tarde para respaldar las declaraciones del presidente y esclarecer los sucesos. Según el comunicado, el primer enfrentamiento ocurrió en el ejido Nuevo Paraíso, donde cinco personas fueron encontradas sin vida, además de vehículos calcinados y armamento decomisado. El segundo evento tuvo lugar en el «Chalán de Zaragoza», donde se reportaron cinco fallecidos y se detuvo a 13 personas de nacionalidad guatemalteca, confiscando un arsenal de armas.
A pesar de estos informes oficiales, persiste la incertidumbre debido a las discrepancias entre las cifras presentadas por el Frayba y los datos proporcionados por las autoridades estatales y federales. La Fiscalía General de Justicia de Chiapas solo reporta cuatro homicidios el 31 de marzo, mientras que la SSPC menciona 10 fallecidos en total.
El presidente López Obrador desmintió las cifras del Frayba y no abordó las acusaciones de uso excesivo de la fuerza por parte de la Guardia Nacional ni la identidad de las víctimas, generando más interrogantes sobre la naturaleza de los sucesos y la respuesta oficial ante estos eventos violentos.
