La reciente conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha generado una polémica significativa debido a la exposición de datos personales de la periodista Natalie Kitroeff, corresponsal de The New York Times (NYT). Este incidente llevó a la eliminación del video original de la plataforma YouTube, ya que violaba las políticas contra el acoso y el cyberbullying, prohibiendo específicamente la divulgación de información personal privada.
En la conferencia del 22 de febrero, AMLO reveló el número telefónico de Kitroeff, quien previamente le había enviado un mensaje informándole sobre una investigación en curso relacionada con su campaña presidencial de 2018, basada en información de la Administración de Control de Drogas (DEA). Este acto desató una serie de críticas y llevó al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) a abrir una investigación de oficio para determinar si el presidente violó la Ley General de Protección de Datos Personales.
El presidente justificó sus acciones alegando que la periodista lo estaba calumniando y minimizando la gravedad del incidente. «Ella nos está calumniando y si está muy preocupada, entonces que cambie su número de teléfono», declaró AMLO en respuesta a las críticas.
El INAI lamentó la postura del presidente, destacando la gravedad de divulgar información personal, especialmente de un periodista. «Nadie está por encima de la ley», advirtió el organismo encargado de proteger los datos personales.
Posteriormente, la controversia se intensificó con la filtración del número telefónico del hijo de AMLO, José Ramón López Beltrán, quien sugirió que esta acción fue una venganza contra su padre. AMLO calificó como «muy vergonzoso» este hecho y reiteró que su gobierno no tolerará calumnias.
La candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, también se vio afectada, revelando que estaba recibiendo mensajes de odio y llamadas. Ante esto, Sheinbaum restó importancia a los ataques, sugiriendo cambiar el número de teléfono y enfocarse en los números de las encuestas.
En medio de esta controversia, la filtración de datos personales y las reacciones de los involucrados plantean preguntas sobre la privacidad, el respeto a las leyes de protección de datos y la relación entre el ejercicio del poder y la libertad de prensa. La situación sigue evolucionando, generando un intenso debate sobre la ética y las responsabilidades en el ámbito político y mediático.
La reciente conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha generado una polémica significativa debido a la exposición de datos personales de la periodista Natalie Kitroeff, corresponsal de The New York Times (NYT). Este incidente llevó a la eliminación del video original de la plataforma YouTube, ya que violaba las políticas contra el acoso y el cyberbullying, prohibiendo específicamente la divulgación de información personal privada.
En la conferencia del 22 de febrero, AMLO reveló el número telefónico de Kitroeff, quien previamente le había enviado un mensaje informándole sobre una investigación en curso relacionada con su campaña presidencial de 2018, basada en información de la Administración de Control de Drogas (DEA). Este acto desató una serie de críticas y llevó al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) a abrir una investigación de oficio para determinar si el presidente violó la Ley General de Protección de Datos Personales.
El presidente justificó sus acciones alegando que la periodista lo estaba calumniando y minimizando la gravedad del incidente. «Ella nos está calumniando y si está muy preocupada, entonces que cambie su número de teléfono», declaró AMLO en respuesta a las críticas.
El INAI lamentó la postura del presidente, destacando la gravedad de divulgar información personal, especialmente de un periodista. «Nadie está por encima de la ley», advirtió el organismo encargado de proteger los datos personales.
Posteriormente, la controversia se intensificó con la filtración del número telefónico del hijo de AMLO, José Ramón López Beltrán, quien sugirió que esta acción fue una venganza contra su padre. AMLO calificó como «muy vergonzoso» este hecho y reiteró que su gobierno no tolerará calumnias.
La candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, también se vio afectada, revelando que estaba recibiendo mensajes de odio y llamadas. Ante esto, Sheinbaum restó importancia a los ataques, sugiriendo cambiar el número de teléfono y enfocarse en los números de las encuestas.
En medio de esta controversia, la filtración de datos personales y las reacciones de los involucrados plantean preguntas sobre la privacidad, el respeto a las leyes de protección de datos y la relación entre el ejercicio del poder y la libertad de prensa. La situación sigue evolucionando, generando un intenso debate sobre la ética y las responsabilidades en el ámbito político y mediático.
