En una reciente conversación telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se abordaron temas cruciales relacionados con la frontera compartida entre ambos países. En un comunicado emitido por la Casa Blanca, se destacó el compromiso de ambas naciones para fortalecer la cooperación en la lucha contra desafíos comunes, tales como la migración irregular y el crimen organizado transnacional.
Durante la conversación, el presidente Biden expresó su agradecimiento hacia México por su colaboración operativa y las iniciativas implementadas para mitigar la migración irregular. Asimismo, subrayó la importancia de ampliar las vías legales de migración como un enfoque fundamental para abordar este fenómeno.
Ambos líderes reafirmaron su dedicación a continuar los esfuerzos conjuntos para combatir a las organizaciones criminales involucradas en actividades ilícitas como el tráfico de drogas, armas y personas. Este compromiso destaca la reconocida asociación productiva entre Estados Unidos y México, centrándose en mejorar las vidas de los ciudadanos de ambos países y promover el desarrollo en el hemisferio occidental.
La colaboración entre Estados Unidos y México no solo se centra en resolver problemas de seguridad en la frontera, sino que también busca generar oportunidades económicas y sociales para abordar las causas fundamentales de la migración irregular.
En respuesta a la conversación, la Presidencia de la República mexicana informó que el presidente López Obrador mantuvo «una respetuosa conversación» con su homólogo estadounidense. Se enfatizó en el comunicado que tanto México como Estados Unidos son países libres y soberanos que pueden definir sus propias políticas de migración. Sin embargo, se subrayó la importancia de abordar las causas fundamentales del fenómeno migratorio para lograr soluciones efectivas.
López Obrador presentó una serie de propuestas al presidente Biden, incluyendo la regularización de mexicanos que han vivido y trabajado en Estados Unidos por más de cinco años, la aprobación de un presupuesto anual de 20 mil millones de dólares para apoyar a países de América Latina y el Caribe, y la suspensión de sanciones a Venezuela para reducir flujos migratorios. Además, se propuso levantar el bloqueo a Cuba, mantener programas de recepción de migrantes por vías legales, combatir el narcotráfico y el consumo de drogas químicas, regular la venta de armas a México, elaborar un plan de desarrollo conjunto en el marco del T-MEC, y reafirmar el compromiso de mantener relaciones de cooperación, amistad y respeto a la soberanía de ambas naciones.
La conversación y las propuestas reflejan la importancia de la cooperación bilateral para abordar desafíos compartidos y construir un futuro más seguro y próspero para los ciudadanos de ambos países.