Shakira, acusada de un presunto fraude de 14,5 millones de euros a Hacienda entre los años 2012 y 2014, ha llegado a un acuerdo en el que sus abogados aceptaron pagar una multa de más de siete millones de euros para evitar la pena de cárcel.
Este acuerdo evitó el juicio y la entrada a la cárcel para la artista, quien se enfrentaba a una petición de condena de ocho años y dos meses de prisión, así como una multa de 23,8 millones de euros por el supuesto fraude en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Impuesto sobre el Patrimonio.
La abogada de Shakira, Miriam Company, explicó que la decisión de evitar el juicio fue compleja, considerando el desgaste emocional y el tiempo dedicado a la carrera profesional de la cantante. Company destacó que la elección se basó en priorizar la vida personal de Shakira, la de sus hijos y su carrera profesional.
Por otra parte, el abogado Pau Molins señaló que la residencia en Cataluña fue determinante en los delitos imputados a Shakira, subrayando que si no hubiera sido residente en esa región, se hubiera ahorrado los seis delitos de los que fue acusada. Molins también mencionó el alto costo financiero que este proceso representó para la artista, vinculándolo humorísticamente al enamoramiento de Shakira con Gerard Piqué.
En cuanto a las intenciones de Shakira con Hacienda, Molins defendió a la artista, argumentando la complejidad para los artistas internacionales al determinar dónde deben pagar impuestos, especialmente cuando tienen carreras globales que los llevan a múltiples países. Aunque Molins expresó su deseo de ir a juicio, respetó la decisión de Shakira de evitarlo.
