Hace casi tres años, el 20 de noviembre de 2020, en Inver Grove Heights, Minnesota (Estados Unidos), una mujer llamada Katy Morlok recibió un video que le dejó completamente sorprendida. En el clip, una ardilla que había estado afuera de su casa parecía estar un tanto tambaleante y desequilibrada. La razón de este comportamiento inusual resultó ser un tanto peculiar: la ardilla se había embriagado un poco al ingerir peras fermentadas.
Morlok, quien solía alimentar a las ardillas como un pasatiempo para tener algo interesante que observar mientras trabajaba desde casa, explicó que no tenía ninguna intención de embriagar a la pequeña criatura. La historia comenzó cuando se encontraba limpiando su refrigerador y descubrió algunas peras viejas. Pensando en si estarían en condiciones para que las ardillas las disfrutaran, colocó una afuera en el recipiente destinado a los animales en su terraza. Una de sus visitantes habituales, a la que apodaba «Lil Red» (Pequeña Roja), se apoderó de una de las peras y corrió hacia un árbol.
Alrededor de una hora después, la ardilla regresó, pero su comportamiento dejó en claro que algo no andaba bien. Katy Morlok notó que la ardilla actuaba de manera extraña y parecía tambalearse. Fue entonces cuando se dio cuenta de que las peras que había dado a la ardilla eran tan viejas que habían comenzado a fermentar, lo que explicaba su estado de embriaguez. Katy, preocupada por la ardilla, salió a recoger todas las peras restantes.
Después de quitar las peras, la ardilla pasó la noche en un estado poco común. Sin embargo, para alivio de Morlok, al día siguiente parecía estar completamente recuperada. Morlok compartió con una sonrisa: «Por la mañana regresó para tomar su pequeño desayuno para la resaca y ha estado bien desde entonces». La historia de la ardilla ebria ha vuelto a tomar relevancia en las últimas semanas, trayendo un poco de diversión a la vida de Katy y proporcionando una anécdota peculiar que recordar.
