El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso que los recursos de los 13 fideicomisos que se desaparecieron del Poder Judicial sean destinados para apoyar a los damnificados en Guerrero por el huracán Otis.
Durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, el martes, el presidente presentó la idea a los integrantes del Poder Judicial, planteando un acuerdo para destinar los 15 mil millones de pesos a respaldar a los damnificados de Acapulco.
«¿Qué les propongo a los integrantes del Poder Judicial? Un acuerdo: que se destinen los 15 mil millones a apoyar a los damnificados de Acapulco», expresó el mandatario. Además, sugirió que los miembros del Poder Judicial formen parte del comité encargado de supervisar la distribución de los fondos para asegurar que lleguen a la población de Acapulco.
López Obrador aclaró que la extinción de los fideicomisos no afectaría el presupuesto ni a los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF).
Además de esta propuesta, el presidente también planteó la reducción de los salarios de los altos funcionarios del PJF que perciben un salario superior al del presidente. Los recursos liberados a partir de esta medida serían destinados a la financiación de becas, según el mandatario.
El 26 de octubre, los senadores aprobaron la eliminación de 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial, que representan una suma superior a los 15 mil millones de pesos, los cuales serán transferidos a la Tesorería de la Federación.
En respuesta a esta medida, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) han argumentado que la extinción de los fideicomisos afectaría el cumplimiento de diversas obligaciones laborales relacionadas con los derechos de los trabajadores, incluyendo pensiones, apoyo para vivienda, atención médica y retiro.
Contrariamente, el presidente López Obrador ha afirmado que esta acción no perjudicará a los trabajadores, sino que busca eliminar privilegios.
La semana pasada, el huracán Otis golpeó las costas de Guerrero, dejando un saldo de 46 personas fallecidas y 58 desaparecidas, así como considerables daños materiales. En respuesta a esta tragedia, el gobierno federal anunció el lunes una serie de incentivos fiscales para aquellos que residen en las áreas afectadas.