En una rueda de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo hincapié en la presencia de lo que él describió como «infiltrados» en su administración. Uno de los señalados fue Karla Quintana, excomisionada para la búsqueda de personas desaparecidas, quien antes de renunciar a su cargo envió el registro de personas desaparecidas en México, cifrando el número en 160 mil, a la ONU, OEA y organismos internacionales de Derechos Humanos. Esto lo hizo porque sospechaba que el gobierno buscaba modificar dicha cifra.
El presidente expresó su sorpresa al enterarse de que, de repente, se anunciaba que había 126 mil desaparecidos en México, y que la mayoría de ellos habían desaparecido durante su mandato. López Obrador defendió la postura de su gobierno, afirmando que son respetuosos de los derechos humanos, poseen convicciones humanitarias y son incapaces de permitir represiones, desapariciones, torturas o masacres.
Asimismo, el presidente informó que el gobierno mexicano ha iniciado un proceso de búsqueda casa por casa de personas desaparecidas, comenzando en la Ciudad de México y extendiéndolo a otras entidades. Prometió que pronto se compartirán los resultados de esta iniciativa.
El mandatario también hizo mención de otro caso de «infiltrado» en su administración: el Fiscal encargado del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, quien renunció a su cargo después de que el gobierno federal le planteó la necesidad de arrestar al exprocurador Jesús Murillo Karam.