El Gran Premio de Qatar de Fórmula 1 se convirtió en una carrera histórica, pero no precisamente por buenas razones. La competición vivida este fin de semana pasará a los libros de historia debido a una serie de circunstancias excepcionales. En primer lugar, Max Verstappen se coronó tricampeón del mundo de una manera poco convencional, ganando en una sesión conocida como «carrera al sprint» que se lleva a cabo en un sábado, lo que no se considera una carrera oficial y no incluye podio ni champagne para el ganador.
Sin embargo, el verdadero desafío se presentó el domingo, cuando los pilotos se enfrentaron a condiciones extremas en el circuito de Losail, con temperaturas ambiente superiores a los 40 grados Celsius y temperaturas dentro del habitáculo del coche que llegaron a alcanzar los «50-60 grados». Esta situación provocó consecuencias inmediatas, como desmayos en el centro médico, vómitos y abandonos debido a deshidratación severa.
Además, las decisiones tomadas por la dirección de carrera y los responsables de la Fórmula 1, como el cambio de neumáticos después de 18 vueltas debido a problemas con los Pirelli, llevaron a que los pilotos fueran al límite de sus capacidades físicas. Algunos de ellos, como Esteban Ocon, incluso vomitaron dentro de sus cascos pero continuaron compitiendo. Fernando Alonso, que terminó sexto, tuvo que lidiar con quemaduras leves en el brazo derecho y el glúteo debido a la elevada temperatura del habitáculo.
En palabras de Lando Norris, uno de los pilotos, «Algunos pilotos se han desmayado en el centro médico y eso demuestra lo difícil que es nuestro trabajo. Es fácil decir que hay que entrenar más, pero estábamos a 50-60ºC dentro del coche y eso no es normal para un cuerpo humano, y menos con el nivel de concentración que necesitas a las velocidades a las que vamos.»
La carrera en Qatar fue una experiencia extenuante para los pilotos, lo que plantea preguntas sobre la seguridad y las medidas que deben tomarse en condiciones climáticas extremas en el futuro. El año que viene, la Fórmula 1 regresará a Qatar, pero esta vez durante el último fin de semana de noviembre, cuando las temperaturas suelen ser mucho más moderadas en la región, rondando los 30 grados Celsius.