Antes del impacto del fenómeno meteorológico, las 11 presas del estado almacenaban poco más de 4,460 millones de metros cúbicos, y ahora superan los 5,076 millones, lo que representa un aumento del almacenamiento del 28 al 32 por ciento.
En comparación con el mismo período del año pasado, según la Dirección Técnica del Organismo de Cuenca Pacífico Norte de Conagua, se tenían almacenados más de 11 mil millones de metros cúbicos, lo que indica una disminución significativa.
La Secretaría de Agricultura y Ganadería de Sinaloa estima que se necesitan al menos 8 mil millones de metros cúbicos para garantizar un ciclo agrícola otoño-invierno exitoso. Además, un 10 por ciento del almacenamiento acumulado debe destinarse al consumo humano.
A pesar de que las aportaciones de agua continúan registrándose, es poco probable que sean suficientes para satisfacer la demanda de los agricultores. Sin embargo, algunos han señalado que la humedad en sus tierras es tan alta que podrían ahorrarse ese líquido en la preparación de sus tierras.
La decisión sobre el próximo ciclo agrícola se tomará en los próximos días, y en este contexto, se dará prioridad a la siembra de hortalizas, seguida del frijol y el garbanzo, en ese orden. La siembra de maíz blanco, que requiere la mayor cantidad de agua, se considera en última instancia.
