La Cumbre del G7 concluyó este martes en Kananaskis, Canadá, tras dos días marcados por tensiones geopolíticas, momentos incómodos y acuerdos inesperados. La reunión de los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido estuvo dominada por la crisis en Medio Oriente y las diferencias sobre política comercial.
Crisis entre Israel e Irán marca el tono
La escalada militar entre Israel e Irán, provocada por ataques israelíes a instalaciones nucleares iraníes, unificó las voces del G7. En una declaración conjunta inusualmente rápida, los mandatarios condenaron a Teherán como «fuente principal de inestabilidad y terrorismo» y afirmaron que “Israel tiene derecho a defenderse”, al tiempo que abogaron por una desescalada urgente y un alto el fuego en Gaza.
Trump abandona la cumbre anticipadamente
El presidente Donald Trump abandonó la cumbre tras la primera jornada para regresar a Washington y reunirse con su Consejo de Seguridad Nacional, dejando en suspenso su participación en las decisiones multilaterales. Aunque negó que su viaje estuviera relacionado con negociaciones de paz, lanzó una advertencia a Irán: “Sabemos dónde se esconde su ‘Líder Supremo’, pero no vamos a eliminarlo… por ahora”.
Lula da Silva y los problemas técnicos
Un momento incómodo se vivió durante la segunda jornada cuando Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, interrumpió el discurso del anfitrión Mark Carney por problemas con el sistema de traducción. El impasse causó tensión en la sala, pero fue resuelto sin mayor trascendencia. La sesión reunía a los países invitados: México, Ucrania, Brasil, Corea del Sur, Australia y Sudáfrica.
Macron y Meloni protagonizan momento viral
Durante una interacción informal, el presidente Emmanuel Macron susurró algo a la primera ministra italiana Giorgia Meloni, cuyo gesto —captado por las cámaras— se volvió viral, interpretado como sorpresa o incomodidad. Meloni, habitual protagonista de expresiones espontáneas, no ha comentado sobre el episodio.
Firma accidentada de acuerdo con Reino Unido
Trump y el primer ministro británico Keir Starmer formalizaron un acuerdo comercial entre EE.UU. y el Reino Unido. Sin embargo, el momento quedó opacado por un descuido: los papeles cayeron al suelo cuando Trump intentó abrir la carpeta, y fue Starmer quien recogió los documentos. Para rematar, Trump se refirió erróneamente al Reino Unido como parte de la Unión Europea, bloque del que se retiró en 2020.
Marcaje de Carney a Trump
Carney, como presidente de turno del G7, tuvo que frenar una rueda de prensa improvisada en la que Trump hablaba de Rusia, China y Joe Biden. Con firmeza, recordó que el encuentro debía comenzar: “Tenemos unos minutos más con el presidente y su equipo, y luego debemos iniciar la reunión”, dijo.
Regalo europeo con dedicatoria deportiva
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, entregó a Trump una camiseta firmada por Cristiano Ronaldo, con la frase: “Jugando por la paz. En equipo”. La dedicatoria buscó simbolizar la necesidad de unidad y cooperación global.